Una farmacia ecológica es una farmacia que muestra un sentido de participación en una causa global. Una posición que le permite diferenciarse de sus competidores, generando confianza e identificación entre sus clientes. En facto, la reputación de tu farmacia no solo depende de la calidad de tus productos, servicios o campañas promocionales. ¡Descubre todo en este artículo!
1. Seguir las recomendaciones de la AFE
Con una generación de pacientes muy informados y conscientes del impacto de sus acciones en el medio ambiente, ninguna marca, independientemente de su tamaño, puede ignorar este tema. Por otra parte, grandes nombres de la industria farmacéutica comienzan ahora a adoptar un «enfoque más ecológico», tomando conciencia de su impacto sobre la sociedad y el medio ambiente.
En 2019, la AFE (Agrupación Farmacéutica Europea) presentó un documento que contenía una serie de recomendaciones «respetuosas con el medio ambiente» dirigidas a las 160000 farmacias del grupo. Entre ellas figuran las siguientes:
- Promover una producción de medicamentos más respetuosa con el medio ambiente dando prioridad a los fabricantes que respetan las directivas medioambientales;
- Fomentar la distribución de medicamentos en cantidad suficiente para evitar el despilfarro;
- Financiar la investigación sobre los posibles efectos negativos de los productos farmacéuticos en el medio ambiente.
Una manera eficaz de establecerse como una farmacia sostenible es construir tu propia comunidad e informar a tus pacientes sobre la importancia del desarrollo sostenible y el consumo responsable.
2. Ser activo en la clasificación y reutilización de residuos
Cada año se depositan en vertederos unos 300 millones de toneladas de plástico y se introducen sustancias tóxicas en la atmósfera. Una forma obvia de que las farmacias se involucren en cuestiones medioambientales es promover la clasificación y reutilización de envases y productos farmacéuticos.
Así, además de la instalación de cajas de recogida de envases o de medicamentos caducados, algunas farmacias europeas empiezan a vender productos cosméticos y dermatológicos a granel. La iniciativa «ZERO DECHET« promovida por el grupo Pierre Fabre es un ejemplo.
Desde 2022, el grupo evalúa la eficacia de los dosificadores a granel en la comercialización de sus productos. En lugar de exponer los productos en su embalaje tradicional, la empresa pone a disposición de sus pacientes recipientes de loción recargables y una especie de «armario de madera que se parece mucho a una cafetera».
Después de la primera compra, los usuarios deben reponer el recipiente, contribuyendo a reducir el consumo y la producción de plástico en la industria cosmética. Según el testimonio de Marie Chenal, Consumer Experience Manager de Pierre-Fabre, «esta experiencia ha gustado mucho a los consumidores. Una vez convencidos, vuelven con su botella a la farmacia para llenarla de nuevo. Después de todo, el mejor desperdicio es el que no se produce». Iniciativas como esta son formas eficaces de involucrar a tus usuarios en la causa, al tiempo que promocionan tus productos y servicios y dan a conocer tu marca, afirmándose como una verdadera «farmacia sostenible».
3. Apostar por la desmaterialización
El comercio y la sociedad están experimentando grandes cambios con la desmaterialización de los procesos de gestión. Cada vez más proveedores de software ofrecen soluciones que permiten la desmaterialización completa de los datos contables y la información del paciente para reducir la necesidad de imprimir documentos en papel.
La adopción de este tipo de soluciones en las farmacias no sólo permite acelerar los procesos de gestión, sino que también se traduce en un incentivo importante para la reducción de los residuos.
4. Rehabilitación sostenible
Naturalmente, una farmacia sostenible también es una farmacia proactiva. Como hemos visto, su implicación en las cuestiones medioambientales es sin duda un factor importante para el crecimiento de su notoriedad y reputación. Además, gracias a la digitalización y la eficiencia energética, la farmacia puede integrar principios ecológicos en sus actividades cotidianas.
Un ejemplo es la adaptación del diseño de la farmacia para ahorrar recursos y energía. Pequeños ajustes como invertir en aislamiento térmico de calidad (como doble acristalamiento o nuevo sistema de ventilación) o instalar paneles solares para generar electricidad a partir de una fuente renovable son acciones que permiten reducir la huella de carbono de su farmacia.